Un relevamiento realizado por SAP señala que Sudamérica es la región con mayor dependencia de efectivo en relación a su PBI. El 63% de las firmas asegura que el manejo en efectivo se ha vuelto más complejo.

Pese a un aumento de las compras online en todo el mundo, las operaciones en efectivo continúan en crecimiento y se ubican en el 16% del PBI regional. Al menos 7 de cada 10 países de todo el planeta señalan que se utiliza dicho mecanismo para más del 50% de las transacciones. Para el 63% de las empresas, el manejo de efectivo no solo no ha mejorado sino que dificulta la resolución de sus operatorias.

Un estudio reciente señaló que el efectivo circulante en relación con el PBI creció 9,6% en 2017 a nivel global, por encima del 8,1% registrado en 2011. Aunque la digitalización bancaria y las ventas por ecommerce registraron un aumento considerable en los últimos tiempos y ampliaron la oferta, no ha suplantado al dinero en efectivo.

“Los desafíos del dinero físico en Latinoamérica son muy importantes. Respecto de otras regiones, Sudamérica tiene la mayor dependencia de efectivo en relación con su PIB, que alcanza al 16%”, señaló Javier Colomb, Gerente de Ventas para la Industria Financiera de SAP en Argentina.

“Un relevamiento hecho por SAP muestra que para 63% de los CFOs el manejo de efectivo en sus organizaciones no solo no ha mejorado, sino que se ha vuelto más complejo y difícil”, agregó.

Estas dificultades se relacionan con el volumen de transacciones y a los mayores controles regulatorios sobre el atesoramiento y la demanda de tiempo que implican sus tareas asociadas. Según CFO Research, sólo 8% de las empresas tiene capacidad de respuesta en tiempo real para preparar estimaciones y reportes de consolidados de efectivo.

“Cerca del 23% de las compañías dedica al menos medio día para resolver un reporte de efectivo con su estimación cuando recibe el requerimiento, pero 73% señala que resolver esto en tiempo real sería una prioridad para su organización”, explicó Colomb.

Más allá de su precio de intercambio, el dinero físico tiene una utilidad muy importante: la gente confía en él y es la única herramienta de pago en sectores con menor o nulo acceso al sistema financiero. “Está lejos de desaparecer, por lo que las organizaciones deben prepararse para administrar en tiempo real los distintos tipos de herramientas de pago para gestionar el negocio y anticiparse a los cambios del mercado”, completó el ejecutivo.

 

Fuente: ambito.com

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